domingo, 26 de junio de 2011

Una experiencia distinta

Algunos terminando el fin de semana, otros recién empezándola... Hoy quería compartirles una de las experiencias más fuertes que tuve en este mes. Algo que tal vez haya quedado en segundo plano, luego de la Noche de Estrellas y de algunas situaciones más en mi familia... pero acá va:
Un jueves por la tarde, fuimos con Majo a la Escuela Metropolitana de Altos Estudios (EMAE), un Terciario incorporado a la Enseñanza Oficial, dentro de la Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI) que hace 20 años se brinda  a estudiantes discapacitados motores y sensoriales, donde ellos pueden elegir las carreras de Analista en Administración de Empresas; Analista de Sistemas de Información; Enfermero; y Técnico Superior en Instrumentación Quirúrgica.
Estuvimos un par de horas y lo que vimos, percibimos y nos contaron, es que se da un clima de inclusión en el instituto, de compañerismo en las clases, donde se nota el amor y dedicación que tienen los docentes.
Nosotras entramos a una habitación con catorce personas, nos sentamos al fondo y observamos: 12 estaban sentados mirando al frente, donde había un pizarrón y dos estaban mirándolos a ellos, una sentada sobre un banco más alto y la otra parada con un marcador en la mano, cerca del pizarrón. Enseguida nos dimos cuenta que habíamos entrado a un aula porque Susana, la que sostenía el marcador, les explicaba a los alumnos, esos 12 sentados frente a ella y los ayudaba a entender la función f(x) = a x + b. Muchos eran hipoacúsicos, otros eran ciegos y algun otro estaba en silla de ruedas. Nos dimos cuenta enseguida de su gran amor y dedicación, hablando clara y pausadamente, repitiendo las cosas, escribiendo en el pizarrón, dibujando la recta, respondiendo preguntas, haciendo que participen de la clase, ayudándolos con ejemplos; claramente esta mujer conocía muchas de las herramientas para poder llegar a los alumnos.
Antes de entrar al aula, estuvimos entrevistando a algunos de los alumnos de la EMAE, uno de los muchachos, perdió la vista hace poco más de un año y luego que nos preguntó cómo veíamos nosotras a los ciegos, nos dijo que él percibe que hay una gran falta de querer involucrarse en el «convencional», «vos no podés aislar a una persona porque es discapacitado».
Y cuánta razón tiene... ¿cuántas veces nos creemos más que los demás? y muchas veces se debe a la falta de involucrarse, de investigar, de conocer.
Una de las cosas que más me impactó, fue cuando entrevistamos a uno de los muchachos que estaba en silla de ruedas, que no podía mover su cuerpo del cuello para abajo. Con tan sólo 23 años, nos dijo que a pesar de darse cuenta que había muchísimas cosas que no podía hacer, «yo aspira a mucho más, me gustaría tratar de hacer algo mucho más grande, poder seguir estudiando, poder trabajar...»
Fue una gran experiencia, muy reconfortante, de esas que te hacen pensar tanto y te dejan el corazón lleno durante un tiempo prolongado.

Acá les dejo el link, si quieren entrar a la página del ALPI, donde está la parte del EMAE:
http://www.alpi.org.ar/flash/esp/

y por si quieren leer una noticia en "Notio - Periodismo de patas largas" del año pasado, acá les dejo el link: http://notio.com.ar/sociedad/una-ayuda-ante-la-adversidad-1992

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